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El pasado viernes el Congreso del Estado de Guerrero, aprobó diversas adiciones y reformas a la Constitución Política del Estado, para permitir la celebración de asociaciones publico-privadas, mejor conocidas como PPS.
41 de 46 diputados presentes, votaron a favor y ninguno en contra. Los famosos y demonizados Proyectos de Prestación de Servicios (PPS) fueron aprobados por unanimidad por todas las fracciones parlamentarias representadas en el Congreso a 72 días de que Ángel Aguirre Rivero tomara posesión como gobernador. Es sin duda un logro mayúsculo del gobernador del Estado, que ha logrado en poco tiempo, lograr que los distintos se pongan de acuerdo a favor de una causa.
Más allá de la importancia de lo aprobado destaco las posibilidades de unidad y de acuerdo de nuestra diversidad política en torno de objetivos comunes para el desarrollo de Guerrero. Es siempre deseable la concertación después de la competencia electoral. Vale la pena recordar que en nuestro régimen de pluralidad y gobierno compartido ningún partido sólo, al margen y en contra puede gobernar para transformar y de eso se trata
Pero ¿qué son los mentados PPS que generan tanta controversia? Los críticos al esquema de Asociación Público Privada (APP) señalan que es una fórmula para “privatizar” los servicios que brinda el Estado en cualquiera de sus tres niveles.
La realidad es que las APP son instrumentos financieros que le otorgan al inversionista privado, productos con un retorno superior al de los Certificados de la Tesorería (CETES), garantizados con los presupuestos públicos. A los gobiernos en cambio, les permite tener recursos frescos para desarrollar proyectos de diversa índole que de otra manera sería imposible realizar. Sobre todo de obras de alto impacto en infraestructura para el desarrollo
Bajo el esquema PPS, el Gobierno Federal ha podido realizar proyectos importantes como los Hospitales Regionales de Alta Especialidad del Bajío y de Ciudad Victoria, las carreteras libres de peaje Irapuato-La Piedad, Querétaro-Irapuato y Tapachula-Talismán y la Universidad Politécnica de San Luis Potosí. A su vez, el gobierno perredista de la Ciudad de México ha podido lograr con el mismo esquema el Mejoramiento Urbano y Mantenimiento Integral del Circuito Interior de la Ciudad de México, mejor conocido como Circuito Bicentenario.

Los PPS no son cheques en blanco ni privatizaciones de servicios públicos. En el esquema aprobado en Guerrero, el gobierno pedirá al Congreso autorización para cada uno de los proyectos que se emprendan.

Además existe la voluntad de una administración totalmente transparente así como de un sistema de adjudicaciones público y sujetos a la fiscalización de una sociedad altamente participativa que debe aprender a leer números generadores y precios unitarios para ejercer el poder del escrutinio popular.
Guerrero necesita una izquierda moderna. La modernidad y el progreso no tienen por qué estar reñidos con la defensa de la soberanía y del patrimonio público. Las Asociaciones Publico-Privadas no tienen que ser sinónimo de despojo, endeudamiento o privatización. Una sociedad bien informada, actuante y demandante, será la mejor garantía de que el Gobierno del Estado de Guerrero actúe con apego a la normatividad y a la legalidad. La prensa libre también deberá jugar un papel fundamental en el seguimiento y vigilancia sobre los contratos que se aprueben.
La modificación de la Constitución de manera unánime es un avance importante. Es una buena noticia que el gobernador a través de la política logre generar los consensos políticos necesarios para hacer avanzar la agenda de reformas que necesita el Estado. Con la herramienta del dialogo y la política es posible construir el Guerrero del futuro. Quedarnos estáticos sin hacer nada y conservando son avanzar es ser reaccionarios de closet. La fortaleza del Estado debe de emanar de su legitimidad y de su calidad moral y no de la concentración de empresas o servicios públicos. Los pocos recursos que llegan deben de concentrarse en atender a los mas pobres. Que los recursos privados que genere la iniciativa privada se encarguen de lo importante mientras el estado se ocupa de lo urgente.