domingo, 26 de abril de 2009

INFLUENZA

Lo único sensato que he escuchado en días.... Gracias Doctor Palacios.

Queridos amigos, pacientes y familia:

Efectivamente, como se ha confirmado esta tarde en las noticias nacionales, la epidemia que estamos viviendo procede de los cerdos, aparentemente de una cepa H1N1 (por sus características proteicas y antigénicas) que ha mutado y se hizo infectante para los seres humanos. Originalmente procedente de Asia, entró a México vía Europa y Estados Unidos, y los casos reportados a Canadá y al CDC de Atlanta han confirmado que se trata de una cepa mutante de origen porcino.

No es la gripe aviar que tanto miedo causó hace pocos años (ésa es H5N1, muy diferente), pero tampoco es la variante para la que nos vacunamos hace unos meses (la vacuna trivalente de cepas Brisbane que se distribuyó entre Septiembre 2008 y Enero 2009). Se trata de un germen muy contagioso pero poco agresivo para individuos sanos, si bien es cierto que ha causado un porcentaje creciente de muertos (en el momento actual se estima en un 2.5 a 3% de los infectados, pero puede variar si se infecta mucha gente, porque la cifra crecería en función del número de infectados).

Para nuestra sorpresa y preocupación, los fallecidos son gente relativamente joven fuera de los grupos humanos habitualmente más susceptibles (ancianos, desnutridos, niños pequeños, indigentes, etc.).

Estos datos, más el hecho de que la vacuna de influenza humana 2008/2009 NO parece servir, hacen de la situación epidemiológica actual una verdadera emergencia social que hay que atender.

Lo que debe hacerse es lo siguiente:
A. Aislarse moderadamente, es decir, no acudir a lugares públicos o eventos multitudinarios y evitar en lo posible transportes públicos sobrecargados.
B. Evitar contacto con enfermos respiratorios o con enfermos crónicos y debilitados.
C. NO perder tiempo en vacunarse o conseguir vacunas del 2008/2009 que no protegen contra esta cepa porcina y que además, no producirán anticuerpos sino hasta dentro de 2 semanas.
D. Hidratarse bien, comer sano y definir si hace falta salir de casa, acudir a la escuela o centros de trabajo, visitar centros de entretenimiento o mejor aún, cancelar toda actividad pública (esto naturalmente depende del estado de salud de cada persona y cada familia).
E. La Secretaria de Salud está concentrando los medicamentos antivirales que parecen neutralizar este virus, y lo está haciendo a marchas forzadas. Sé que serán usadas de manera justa y adecuada por información fidedigna, NO hay suficientes para todos y debemos priorizar a aquellos que contraigan la "gripe porcina".
F. NO hay tiempo para una vacuna eficiente y universalmente disponible. tampoco hay tiempo ni manera de prevenir con medicamentos los brotes no confirmados. La amantadina y otros antivirales NO sirven contra esta cepa de origen animal.
G. Lo mejor es tomar medidas preventivas y evitar contagios.
H. En caso de tener fiebre alta, dolores musculares, tos o escurrimiento nasal de aparición rápida, consulten a su médico de confianza. El o ella sabrán que hacer.

Un abrazo afectuoso,
Prof. Alberto A. Palacios, MD, FACP
Head, Department of Immunology & Rheumatology

Hospital Ángeles del Pedregal
Camino Santa Teresa 1055 - 574 

Mexico 10700, DF MEXICO


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lunes, 20 de abril de 2009

Guerras Fraticidas

En cierta ocasión, el gran estadista británico Winston Churchill andaba ocupado en adiestrar a un diputado del partido conservador que era totalmente novato en las lides políticas y muy apasionado en defender los intereses e ideales del partido conservador. En aquella época, Churchill estaba también en el partido conservador y hago esta aclaración porque en diferentes etapas de su vida estuvo tanto con los conservadores como con los liberales.

Churchill llevó al joven un día a la Cámara de los Comunes y le enseñó concienzudamente todas las instalaciones parlamentarias, cómo funcionaba todo, cómo era el turno de tomar la palabra, pasándole a contar al final cómo se sentaban las distintas formaciones políticas.

Por último, le resumió diciéndole que en la parte de enfrente se sentaba la oposición y que justo donde estaban ellos se sentaban los de su propio partido.

El político joven intentó resumir las palabras de Churchill con una pequeña broma diciendo: "es decir que aquí nos sentamos nosotros los conservadores y en los asientos de enfrente se sienta el enemigo". Churchill le miró de arriba a abajo con su habitual flema y le contestó: "Mire, no se equivoque usted, ahí enfrente se sientan los adversarios, donde de verdad se sientan los enemigos es aquí".

Para nadie es un secreto que cuando un partido llega unido a un proceso electoral las probabilidades que tiene de alzarse con la victoria se incrementan notablemente. La llamada operación cicatriz que debe de emplearse tras los procesos internos debe de ser rápida e intensa para evitar sangrías prolongadas. Hay que dedicar una parte importante del tiempo de campaña a unir lo roto pero tampoco hay que saber ponderar la cantidad de recursos que se aplica a esta operación en el entendido de que lo importante no es el tamaño de la herida sino la forma en que ocurrió esta. Porque no es lo mismo que dos candidatos fuertes se enfrenten intensa y apasionadamente resultando uno de ellos ganador aunque sea por un margen pequeño, que ganar un proceso con la acusación de fraude. En las recientes elecciones primarias del Partido Demócrata de los Estados Unidos de América, se vivió acaso uno de los procesos internos más cruentos y prolongados que se recuerden. Sin embargo, llegada la hora, la política triunfó sobre los vientos de ruptura.

En política la tradición del fratricidio y del rompimiento es tan larga como la actividad misma. Y nadie puede llamarse a engaño. Traidores, chaqueteros, switchers o cómo quiera llamárseles, han existido, existen y existirán en política. Porque la política es precisamente el arte de convencer a los que no piensan igual que uno. Por eso y por naturaleza del ser humano, las defecciones son tan normales como añejas.

El PRI es un partido que parece haber aprendido de sus errores del pasado e intenta lavar la ropa sucia (que no es poca) en casa. El PAN sufrió recientemente la baja del ex gobernador de Morelos molesto por la integración de las listas de candidatos, en este mismo instituto político el ex presidente nacional Manuel Espino hace berrinche e intenta sin éxito enmendar la lista y colarse en ella. En el PRD hubo (como siempre) gritos sombrerazos y amagues de tomas de oficinas pero al final la cosa parece haber quedado en paz. Pero esto no evitó que en el acto masivo del pasado domingo, el Bronx perredista abucheara al dirigente nacional y a todo lo que oliera a chuchos.

Aunque los partidos sepan que los verdaderos enemigos se sientan a su lado, es importante que las luchas intestinas se superen o por lo menos se dejen entre paréntesis hasta pasadas las elecciones. Por algunos meses los partidos deben de hacer a un lado las guerras fraticidas y creer de manera firme que el verdadero adversario y único enemigo se encuentra en los institutos políticos de enfrente.

lunes, 13 de abril de 2009

LGBT

Una de las premisas fundamentales de la izquierda es la lucha por la igualdad entre todos los hombres y mujeres del mundo. En este sentido, la lucha por los derechos plenos de la comunidad lésbico gay resulta fundamental.

La comunidad Lésbico Gay Bisexual, Transgénero, Transexual y Travesti (LGBT) es un colectivo que a pesar de haber avanzado mucho en la lucha por la inclusión plena, sigue padeciendo la discriminación fundamentalmente en las áreas laboral y de acceso a políticas públicas específicas para éste grupo social.

A pesar de que el Congreso de la Unión aprobó la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación –que apareció publicada en el Diario Oficial de la Federación el 27 de noviembre de 2007–, la realidad nos indica que éste colectivo social sigue sufriendo discriminación laboral. A manera de ejemplo, las y los homosexuales cuyo aspecto o amaneramiento pudiera parecer demasiado ostentoso tienen problemas recurrentes a la hora de conseguir empleo. Los patrones usualmente prefieren a personas cuyo aspecto no “atente contra las buenas costumbres”. Los homosexuales sufren además, de la violencia constante y socialmente tolerada desde la primera infancia.

Otro aspecto donde la realidad supera a la normatividad, es en el diseño e implementación de las políticas públicas. De todos los programas gubernamentales que existen en el gobierno, ninguno atiende a ese grupo especifico. Si por ejemplo un homosexual joven quiere acceder a un crédito para la vivienda, no cabe en ningún modelo porque ni está casado ni tiene hijos ni es madre o padre soltero.

Las y los homosexuales, tienen que ser considerados como un grupo sociodemográfico más con sus particularidades y peculiaridades. Es necesario que existan políticas públicas dirigidas específicamente a este sector. Es necesario realizar políticas y programas que contribuyan a ir disminuyendo la brecha de la desigualdad y de la injusticia en contra de un colectivo específico.

Los candidatos del PRD deberían de recoger las banderas de las luchas de la comunidad LBGT. Aquí no estamos hablando de un asunto de moral ni de elección personal, ni estilos de vida que únicamente le deben de importar a cada uno de los seres humanos. Aquí el tema es la solidaridad plena frontal y absoluta hacia un colectivo social que sufre de la exclusión y la discriminación.

La izquierda mexicana, particularmente el PRD, ha abandonado las luchas emblemáticas de la izquierda mundial en beneficio de las coyunturas y alianzas electoreras que lo alejan del programa aunque lo acercan al poder.

La agenda “rosa” debe de ser impulsada con decisión y firmeza. Los homosexuales no piden tratos especiales ni regimenes de exclusión. Lo que exigen es que el Estado Mexicano voltee hacia ellos y les otorgue lo que por derecho les corresponde. Las y los homosexuales exigen que el Estado les garantice sus derechos humanos fundamentales. Que se les proteja ante el embate de la reacción y de la derecha. Que ponga a raya a la iglesia que insiste en transgredir la ley y meterse donde no la llaman.

Las y los homosexuales exigen que el Estado instaure políticas pública encaminadas a educar a los niños en temas como el respeto a la diversidad sexual y a las sociedades de convivencia. El Estado mexicano a través de sus instituciones como el Seguro Social y el ISSSTE, debe de ser ejemplo de inclusión y aceptación de los nuevos núcleos familiares que nos gusten o no, existen y deben de ser respetados y protegidos. Adicionalmente, los gobiernos federales, estatales y municipales así como los órganos autónomos, deben aplicar criterios de selección de sus trabajadores, basados en la acción afirmativa para igualar a los desiguales.

La lucha por los derechos de las y los homosexuales no ha sido enarbolada adecuadamente por ningún partido político. Es la hora de que los partidos que se dicen de izquierda, reconozcan en sus plataformas la realidad de la calle, aunque esto signifique la toma de posiciones frente a una derecha articulada y actuante, enquistada en las altas esferas del poder.

martes, 7 de abril de 2009

Diputados (y IV)

En entregas anteriores hablamos de que las funciones básicas de los diputados eran: legislar, controlar y representar. En ésta última entrega, hablaremos acerca de la función legislativa de representar.

Un diputado es el representante de su distrito (ojo, no solamente de los que votaron por él sino de todo el distrito) ante los órganos del Estado. El diputado debe de ser el delegado y transmisor de las inquietudes, demandas y reclamos de los habitantes de la región, del estado y de la circunscripción por los que fue elegido.

Sin embargo muchas veces se confunde la representación, con una suerte de oficina para la atención de los temas de coyuntura. Un diputado debe de tener una o varias oficinas en su distrito donde atienda, canalice y sistematice las demandas de sus representados, pero esto no debe de confundirse con una oficina para entregar apoyos en efectivo u oficinas paralelas a los gobiernos municipales y estatales.

Un diputado no puede, ni debe, convertirse en el padre generoso que reparte apoyos (siempre necesarios) entre su clientela política. Esto es mera pose que responde a intereses populistas. Un diputado representa en promedio a 330,000 ciudadanos mexicanos. Si tuviera que dedicar todo su esfuerzo y el presupuesto que se le asigna en otorgar apoyos personales, el recurso no le alcanzaría y en cambio estaría dejando de ocuparse en su tarea principal.

Es necesario que los diputados intenten ser didácticos y transmitir a sus representados los alcances y limitaciones de sus funciones. A manera de ejemplo: un diputado no debe de repartir útiles escolares, láminas de cartón, despensas alimenticias ni surtir recetas médicas. Lo que sí tendría que hacer, es lograr que se asignen presupuestos dedicados para atender los reclamos del distrito escolar; de vigilar e impulsar que los programas de vivienda lleguen a los ciudadanos; de impulsar la creación de comedores escolares y comunitarios con fondos presupuestales suficientes y de estar seguro de que los centros de salud de su distrito, estén en condiciones óptimas, así como impulsar que se construyan los que hagan falta y empujar que la gente se afilie a los programas como el Seguro Popular.

Los representantes populares, deben de anteponer siempre el bien colectivo sobre las gestiones de carácter individual. Deben evitar en lo posible, duplicar las funciones de los presidentes municipales y de los ejecutivos estatales. Tienen, eso sí, que mantener una relación de coordinación y colaboración con los poderes ejecutivos respectivos para intentar –en la medida de lo posible– empujar las mismas acciones, los mismos programas y las mismas políticas públicas. Intentar que los bueyes de la carreta jalen para el mismo lado.

Los diputados deben de convertir a sus “casas de gestoría” en verdaderos centros de inteligencia que reúnan y procesen las demandas distritales. Es mucho más útil, por ejemplo , ayudar en la elaboración de los proyectos ejecutivos de los sistemas de agua potable de determinado distrito, que pagar clausuras, festivales escolares, cívicos o religiosos. El diputado no puede convertirse en el padrino de un sin fin de generaciones escolares, ni en el patrocinador de actividades deportivas.

El diputado tiene que llevar a la tribuna más alta de la nación, la voz de sus representados, pero tiene que evitar convertir dicha tribuna en un foro electorero que se utilice para golpear a tal o cual personaje con fines partidistas. Los exhortos, puntos de acuerdo y demás victorias pírricas legislativas, en poco o nada ayudan a la población.

El buen diputado es aquel que consigue presupuesto para sus representados y no aquel que lanza grandilocuentes discursos desde la tribuna. El buen diputado es aquel que impulsa las grandes obras y los grandes programas de gobierno, y no aquél que propone más puntos de acuerdo “de urgente y obvia resolución”. El buen diputado es aquel que se preocupa por los asuntos importantes y no aquel que se enreda en las coyunturas políticas pasajeras. El buen diputado es aquel que legisla, presupuesta, controla y representa y no aquel que utiliza a sus representados para llevar, a nombre de éstos, agua a su molino político.