lunes, 13 de abril de 2009

LGBT

Una de las premisas fundamentales de la izquierda es la lucha por la igualdad entre todos los hombres y mujeres del mundo. En este sentido, la lucha por los derechos plenos de la comunidad lésbico gay resulta fundamental.

La comunidad Lésbico Gay Bisexual, Transgénero, Transexual y Travesti (LGBT) es un colectivo que a pesar de haber avanzado mucho en la lucha por la inclusión plena, sigue padeciendo la discriminación fundamentalmente en las áreas laboral y de acceso a políticas públicas específicas para éste grupo social.

A pesar de que el Congreso de la Unión aprobó la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación –que apareció publicada en el Diario Oficial de la Federación el 27 de noviembre de 2007–, la realidad nos indica que éste colectivo social sigue sufriendo discriminación laboral. A manera de ejemplo, las y los homosexuales cuyo aspecto o amaneramiento pudiera parecer demasiado ostentoso tienen problemas recurrentes a la hora de conseguir empleo. Los patrones usualmente prefieren a personas cuyo aspecto no “atente contra las buenas costumbres”. Los homosexuales sufren además, de la violencia constante y socialmente tolerada desde la primera infancia.

Otro aspecto donde la realidad supera a la normatividad, es en el diseño e implementación de las políticas públicas. De todos los programas gubernamentales que existen en el gobierno, ninguno atiende a ese grupo especifico. Si por ejemplo un homosexual joven quiere acceder a un crédito para la vivienda, no cabe en ningún modelo porque ni está casado ni tiene hijos ni es madre o padre soltero.

Las y los homosexuales, tienen que ser considerados como un grupo sociodemográfico más con sus particularidades y peculiaridades. Es necesario que existan políticas públicas dirigidas específicamente a este sector. Es necesario realizar políticas y programas que contribuyan a ir disminuyendo la brecha de la desigualdad y de la injusticia en contra de un colectivo específico.

Los candidatos del PRD deberían de recoger las banderas de las luchas de la comunidad LBGT. Aquí no estamos hablando de un asunto de moral ni de elección personal, ni estilos de vida que únicamente le deben de importar a cada uno de los seres humanos. Aquí el tema es la solidaridad plena frontal y absoluta hacia un colectivo social que sufre de la exclusión y la discriminación.

La izquierda mexicana, particularmente el PRD, ha abandonado las luchas emblemáticas de la izquierda mundial en beneficio de las coyunturas y alianzas electoreras que lo alejan del programa aunque lo acercan al poder.

La agenda “rosa” debe de ser impulsada con decisión y firmeza. Los homosexuales no piden tratos especiales ni regimenes de exclusión. Lo que exigen es que el Estado Mexicano voltee hacia ellos y les otorgue lo que por derecho les corresponde. Las y los homosexuales exigen que el Estado les garantice sus derechos humanos fundamentales. Que se les proteja ante el embate de la reacción y de la derecha. Que ponga a raya a la iglesia que insiste en transgredir la ley y meterse donde no la llaman.

Las y los homosexuales exigen que el Estado instaure políticas pública encaminadas a educar a los niños en temas como el respeto a la diversidad sexual y a las sociedades de convivencia. El Estado mexicano a través de sus instituciones como el Seguro Social y el ISSSTE, debe de ser ejemplo de inclusión y aceptación de los nuevos núcleos familiares que nos gusten o no, existen y deben de ser respetados y protegidos. Adicionalmente, los gobiernos federales, estatales y municipales así como los órganos autónomos, deben aplicar criterios de selección de sus trabajadores, basados en la acción afirmativa para igualar a los desiguales.

La lucha por los derechos de las y los homosexuales no ha sido enarbolada adecuadamente por ningún partido político. Es la hora de que los partidos que se dicen de izquierda, reconozcan en sus plataformas la realidad de la calle, aunque esto signifique la toma de posiciones frente a una derecha articulada y actuante, enquistada en las altas esferas del poder.

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