lunes, 4 de abril de 2011

Guerrero Cumple

Uno de los reclamos mas frecuentes de la gente es que los políticos prometen muchas cosas y cumplen pocas. Por ello el nuevo gobierno de izquierda en Guerrero, encabezado por Ángel Aguirre Rivero, ha puesto en marcha el programa Guerrero Cumple.
A través de Guerrero Cumple, el gobernador Aguirre atenderá de manera puntual y sistematizada, todas y cada una de las demandas ciudadanas. A partir de ya, los guerrerenses pueden acudir a los módulos que se instalarán (el primero en el antiguo Palacio de Gobierno en Chilpancingo) a lo largo y ancho del Estado. Otra manera de obtener el servicio es llamando al 01800 7 CUMPLE. En el arranque del programa, el gobernador Aguirre se ha comprometido públicamente a entregar 4,000 tarjetas a Madres Solteras durante los primeros dos meses. Toda la expectativa que generó La Cumplidora, pasará de promesa a realidad a través de Guerrero Cumple.
En los próximos días, se materializarán los compromisos en materia de útiles y uniformes escolares, becas a estudiantes, adultos mayores, personas con capacidades diferentes y la erradicación total del analfabetismo.
El gobierno está para servir y para atender. Los servidores públicos deben de entender que de ninguna manera son seres con privilegios especiales. Si reciben sueldos, medios de trabajo y prestaciones por encima del promedio de los guerrerenses, es porque la naturaleza y complejidad de su trabajo así lo exige.
Así por ejemplo, si a un servidor público le es asignado un teléfono celular, se entiende que éste es para su uso exclusivamente en los asuntos públicos, jamás en los personales. Se entiende que lo debe de tener encendido todo el tiempo y se entiende que lo debe de atender él personalmente. Lo mismo ocurre con los vehículos: estos deben de ser utilizados para atención de las comisiones encomendadas y para el traslado entre un centro de trabajo y otro, nunca para llevar a los hijos a la escuela ni para pasear en fin de semana.
Un servidor publico debe de estar bien remunerado porque su actividad le exige estar disponible las 24 horas del día los 365 días del año. Esto es especialmente marcado en la medida de la importancia del puesto.
Los servidores públicos deben de ser amables y cordiales con la gente que los busca. Los servidores públicos deben de entender que ellos no están por encima del pueblo sino que por el contrario, son empleados de la gente. El pueblo es el jefe. El titular del ejecutivo sólo es el primer mandatario, es decir, el que recibe el mandato. Pero hay que recordar que la soberanía reside en la gente y únicamente la deposita temporalmente en un gobierno. Es muy importante transformar e inocular este concepto en los nuevos servidores públicos. Nunca más, malas caras, malos tratos y actitudes de suficiencia y de superioridad.
Los servidores públicos deben de vivir en casa de cristal. Tienen por ley la obligación de hacer declaraciones patrimoniales anuales y de tener un modo de vida que sea coherente con la cantidad de ingresos que se obtienen. En este sentido, la ciudadanía debe de ser corresponsable y denunciar en cuanto detecte algún cambio en el estilo de vida o un incremento patrimonial inexplicable. Es imposible que la Contraloría mantenga vigilancia personal sobre cada uno de los miles de servidores públicos por eso es muy importante que la ciudadanía y los medios de comunicación se conviertan en parte activa del proceso de control y rendición de cuentas.
Pobres de aquellos servidores que no entiendan que los tiempos han cambiado. Ni malos tratos ni demagogia. Ni mandar al diablo, ni decir que sí a todo. Ni sueldos de risa, ni compensaciones absurdas fuera de la ley. Los servidores públicos deben de trabajar para recuperar el prestigio perdido ante la sociedad. La burra no era arisca. La instrucción precisa del gobernador Aguirre es atender a todos, de buena gana y resolver en sentido positivo o negativo pero resolver. Mas vale decir “no” que mentir para salir del paso. Los problemas se resuelven no se administran.
Actitud de servicio, Guerrero Cumple, plan de austeridad y trabajo serio y coordinado. Quizás sea mucho pedir pero es lo menos que se necesita para cumplir las altas expectativas del pueblo de Guerrero.

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