lunes, 17 de enero de 2011

Don Memo

La noche del martes 11, Guillermo Sánchez Nava recibió una llamada telefónica. Un compañero de partido le informaba que un comando de vándalos estaba retirando la propaganda de la Coalición Guerrero nos Une en el Huacapa. Memo, Don Memo como todo mundo le dice, o San como le dicen sus contemporáneos, ni tardo ni perezoso bajó valiente de su oficina, subió a su vehículo y se encaminó, sólo, para hacerle frente a los facinerosos.
Al encontrarlos, sin bajar de su auto, se aprestó a tomarles fotografías con su teléfono celular. Cuando se percataron de su presencia, los malhechores disfrazados de activistas comenzaron a golpear el auto hasta abollar el cofre y la cajuela, despedazar el medallón y el parabrisas, hasta alcanzar a su presa que inerte recibió estoico la paliza que semejantes bestias le propinaron enardecidos por los efectos del alcohol, la ira y otros estupefacientes como el odio y la amargura.
El único defecto de Don Memo es su extrema paciencia, tolerancia y calma que raya en la pasividad. Todo mundo le pedíamos que fuera más severo contra sus adversarios en la mesa del Consejo del Instituto Estatal Electoral de Guerrero donde se desempeñaba como representante del PRD. Memo es un hombre extraordinariamente cortés. Nunca nadie podrá dar cuenta de algún mal trato o mala manera en sus muchos años de militancia entregada, disciplinada y patriótica. Don Memo es un hombre coherente y consecuente hasta extremos espartanos. Austero, republicano y demócrata. Un militante socialista distinguido, un guerrerense ejemplar.
Hoy, San se debate entre la vida y la muerte en la unidad de terapia intensiva (UTI) del Hospital Ángeles del Pedregal. Don Memo se aferra con toda su fuerza a la vida, sufre un traumatismo craneoencefálico provocado por la brutal paliza que le propinaron los paleros al servicio de las fuerzas más obscuras y retrogradas de Guerrero.
Todos sabemos quienes comandan esas fuerzas: son los mismos de siempre. Los mismos de Aguas Blancas y El Charco. Los mismos que decían que lo de Aguas Blancas era un “montaje”. Los mismos que decían que en El Charco había habido un “enfrentamiento” con guerrilleros. Los mismos que desaparecieron a miles de guerrerenses durante la larga noche de la guerra sucia. Son los mismo que mienten insistentemente en los medios. Para su mala fortuna los propios medios de comunicación los regresaron a la realidad.
Esta semana apareció en El Universal una encuesta elaborada por dicho diario de circulación nacional que coloca al candidato de la Coalición Guerrero nos Une, seis puntos por encima del candidato del dinero y las mentiras. El golpe fue demoledor. Los añorvistas se arrastran cabizbajos por los comederos políticos del estado. Por la misma razón esta semana han instrumentado una campaña emergente de miedo y estiércol con la idea de intentar recuperar algo que saben perdido.
Mientras tanto, Ángel Aguirre cerró campaña en Chilpancingo frente a miles de mujeres y hombres libres en una de las mayores concentraciones en la historia de la capital guerrerense. Al día siguiente la Montaña atestiguó no uno sino dos cierres, en Tlapa y Chilapa, con decenas de miles de indígenas y mestizos unidos en la idea de transformar Guerrero.
Del lado obscuro, el candidato del dinero recurre a las estrellitas de la tele. Hace un concierto con Joan Sebastian en Iguala que lució semivacío. Pone al aire un spot donde comediantes menores y deportistas decadentes pretenden hablar a nombre del noble pueblo de Guerrero.
Los obscuros y macabros de siempre han mostrado al fin su verdadero rostro. El rostro de la discordia de la violencia y de la agresión. El rostro de las tinieblas. Son capaces de todo. No tienen empacho en hundir a Ernesto Vélez Memije que jamás podrá volver a verse en el espejo sin sentir vergüenza. Inventan historias, manchan el nombre de Sánchez Nava diciendo que la golpiza es un “montaje”. Importan a un senador bajacaliforniano acusado en su entidad por delincuencia organizada en la legalización fraudulenta de autos chocolates y lo traen para golpetear e intentar confundir. La etapa mas reciente de su negra campaña es colocar mantas acusando a Aguirre de mentir. Están dispuestos a todo. Desean con toda el alma que ocurra un choque de trenes. Pero no lo conseguirán. Los guerrerenses de bien habremos de darles la espalda. No han cambiado nada. ¿Dónde está el nuevo PRI? Son los mismos de siempre disfrazados de verdes corderos.
Cerremos filas por la democracia, la paz y la concordia. Cerremos filas para que nunca regresen los emisarios del pasado negro. Cerremos filas ante la mentira y la calumnia. Hagamos de lo que queda de campaña una larga jornada de alegría cívica. Demostremos que somos más los que queremos transformar Guerrero. Salgamos masivamente a las calles y acudamos en masa a llenar las urnas. Sólo así sabrán que no los queremos. Sólo así entenderán que deben de transformarse o abandonar la participación política. Sólo así entenderán que aunque nos preocupan sus practicas violentas, éstas no nos atemorizan sino que por el contrario nos estimulan para seguir luchando.
Hagámoslo por Don Memo. Hagámoslo en su honor y para que sus heridas no sean en vano. Hagámoslo en su nombre porque ayer fue Don Guillermo pero mañana podemos ser todos. Sólo de nosotros dependerá que las bestias permanezcan en sus jaulas de odio y rencor. Vamos guerrerenses, falta poco. Gritémosle al resto del país que al menos en Guerrero, ¡no pasarán!

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