Yo era un adolescente, casi un niño, cuando fuimos encarcelados Adolfo Llubere y yo, por andar pegando propaganda a favor de Cuauhtémoc Cárdenas en la Ciudad de México en 1987. He vivido intensamente mi formación en la actividad misma de la competencia electoral. Siempre, cuando necesito alguna orientación acudo a mi asesor preferido Arturo Martínez Nateras. Él es un mexicano feliz de ser y de aportar. Exhibe orgulloso algunas medallas como el acierto de haber sido quien antes que nadie desde la izquierda propuso a Cuauhtémoc Cárdenas como candidato a la Presidencia desde Madrid, donde mi madre, mis hermanas y yo radicamos un año en tanto mi padre escribía un par de libros contratado por la UNAM y realizaba estudios comparados del derecho electoral en nuestro países. Mucho aprendí de ello y me ayudaron las conversaciones con Otto Granados, Jorge Medina Viedas, Raymundo Riva Palacio. En 1986 regresamos a México a formar parte de la revuelta electoral, yo me adelanté unos meses con el doble propósito de estar en el Mundial y de inscribirme en mi secundaria pública federal No. 29 “Diego Rivera”. Consta en La Jornada del 12 de octubre de 1987 la presencia de Arturo Martínez Nateras en la Convención del PARM donde se postuló a Cárdenas Solórzano.
El procedimiento de selección de tres nuevos consejeros electorales del Consejo General del IFE entró ya en la recta final. Los diputados decidirán a mas tardar el día 31 a quienes fungirán como tales desde ese día hasta el 30 de octubre del 2019. La indiferencia social es incomparable. Todos, excepto los candidos candidatos, dan por hecho que todo será cocinado por cuotas partidistas.
Mi padre, Arturo Martínez Nateras, participa como candidato. Por tercera ocasión ha sido el primero el reunir totalmente los requisitos de la Constitución, del Cofipe y de la Convocatoria. Todos los 136 aspirantes inscritos que pasaron el primer filtro los acreditan. 135 de ellos fueron sometidos a sendas entrevistas sobre las tesis de los ensayos entregados, uno no llegó.
Arturo Martínez Nateras disertó sobre las 15 tesis para el Sufragio Efectivo y la Honestidad Electoral. Su exposición fue muy bien recibida y comentada por los diputados sinodales de la Comisión de Gobernación del Congreso de los Diputados. Emilio Chuayffett afirmó que debiendo ser imparciales reconocía la capacidad y las aportaciones, Javier Corral Jurado, Jaime Cárdenas y las jóvenes diputadas del Partido Verde, de Acción Nacional y del PRD fueron especialmente incisivas. En resumen abordó asuntos medulares para el país:
Pacto nacional y voluntad política por la honestidad electoral; Sufragio efectivo; el respeto al voto es la paz; De la desconfianza y la impunidad, a la confianza y la oportuna aplicación de la ley; Una ley de partidos; Reinventar al IFE; Un IFE garante de la ley; Ciudadanos electores soberanos; Reforma administrativa autónoma y democrática; Innovar la política de adquisiciones; Autonomía, autoridad política y moral; El valor del valor, los valores de los consejeros; Austeridad, dinero y política; El IFE Torquemada o fortaleza de la libertad de opinión y de crítica; Conmemorar el centenario de la revolución por el sufragio efectivo.
Se trata de mi padre a quien respeto y amo, pero no sólo por ello abogo a favor.
Arturo Martínez Nateras participó destacadamente en el giro del Partido Comunista Mexicano a la conquista de los derechos políticos y electorales y en la reforma de 1977. Los comunistas al postular la reforma política tuvieron que estudiar los sistemas prevalentes en los países democráticos y en proceso de transición para elaborar sus tesis y propuestas tanto en la consulta pública, encabezada por la Comisión Federal Electoral como en las negociaciones con el presidente José López Portillo y con Jesús Reyes Heroles, secretario de Gobernación. Mi padre publicó en 1979, el libro El Sistema Electoral Mexicano donde concentra propuestas pioneras como la del organismo rector de las elecciones por un ente autónomo e independiente, el sistema de cómputo y la casilla como autoridad de legalidad suprema, el derechos pleno la efectividad del voto activo y pasivo, la representación proporcional y por encima de todo como condición original el pacto de honestidad electoral, el contrato político, el consenso para la legalidad y el apego estricto a la legislación, la confianza mutua y la responsabilidad legal. Sin duda desde entonces los comunistas proponían ya el pleno derecho de voto a los mexicanos que viven y trabajan en el extranjero. Y desde siempre hasta ahora la proclama: El respeto al voto es la paz…
Nuestra transición no ha sido exitosa por los afanes de los grupos dominantes en todos los partidos, de los gobiernos y de los poderes reales o fácticos, de complicar lo sencillo, despojar a los mexicanos de sus calidades de electores soberanos. Y así tuvieron que ocurrir dos fraudes mayúsculos en 1988 y en el 2006, así como los episodios dramáticos y traumáticos de 1994 con la insurgencia Zapatista y los asesinatos de Luis Donaldo Colosio y José Francisco Ruiz Massieu para lograr la fundación del IFE y su autonomía limitada.
A partir del 2003 el Consejo General cayó en las redes de la denominada partidocracia y este es hoy como dice mi padre el pecado original del IFE. El IFE fracasó el 2006 y en los procesos posteriores a las reformas de 2007 y 2008 a pesar de la renovación de consejeros, desde el consejero Presidente, los problemas no han cesado y hoy el descrédito del Instituto y el desaliento sobre el electorado de derecho son crecientes.
Arturo Martínez Nateras ha sido toda su vida un estudioso de los procesos electorales en México y en el mundo. Ignoro las razone por las cuales no ha publicado en estudio comparativo entre los sistemas de México y España pero he vivido con él elecciones generales en España, en Portugal, el Referéndum sobre la permanencia en la OTAN, el Encuentro Internacional que organizó el gobierno de Michoacán en 1989, del cual surgieron muchas de las ideas que después se habrían de convertir en leyes electorales.
Las debilidades del Consejo son de índole diferente a la sabiduría y al conocimiento de leyes y decreto. El IFE, desde su fundación el 11 de octubre de 1990, como resultado de las elecciones del 88, surgió con una interesante composición, todavía presidido por el Secretario de Gobernación, entonces Fernando Gutiérrez Barrios; después, en 1994/96 fueron consejeros: Santiago Creel Miranda, Miguel Ángel Granados Chapa, José Ortiz Pinchetti, Ricardo Pozas Horcasitas, José Woldemberg, Fernando Zertuche Muñoz. Ninguno de ellos experto en derecho electoral.
Consejeros ellos, todos con autoridad política, diversas experiencias y composición plural. A partir de 1996 el gobierno, con elevada responsabilidad política, aceptó salir del IFE y el Consejo se integró con ciudadanos de calidad política y moral, fruto de acuerdos de interés nacional.
Tanto el poder ejecutivo como el legislativo y los partidos aceptaron el salto a un Consejo ciudadano.
José Woldemberg ejerció una presidencia respetada, sin ninguna experiencia en derecho electoral, acompañado de consejeros como José Barragán B, Jaime Cárdenas García, Jesús Cantú Escalante, Alonso Lujambio, Mauricio Merino, Jacqueline Peschard. Emilio Zebadúa y Juan Molinar Horcasitas figuraron el el Consejo entre el 97 y el 2000.
Comparto con mi padre la idea de que “es sumamente urgente modificar, en sentido positivo, la relación interna de fuerzas y crear un nuevo equilibrio. Por ello los consejeros a designar deben tener estatura política, capacidad de decisión, libertad y autonomía plenas y absoluta independencia de los partidos˝.
Comparto el contenido de las declaraciones formuladas por el diputado Javier Corral Jurado: “Queremos dotar al IFE de tres consejeros con el atributo más importante, el de la imparcialidad, el de la neutralidad, porque van a ser árbitros de dos procesos electorales muy importantes” Nada mas y nada menos que de las del 2012 y 2018.
El IFE, para volver a la senda del prestigio y de la acreditación necesita consejeros con vocación para ejercer la libertad de decisiones, y la autonomía plena dentro de los marcos y funciones legales.
Los diputados de la Comisión de Gobernación culminan hoy su responsabilidad elaborando la lista de semifinalistas de entre quienes la Junta de Coordinación Política que preside Josefina Vázquez Mota con Francisco Rojas Gutierrez y Alejandro Encinas seleccionaran a los tres canddiatos finalistas que serán sometidos a votación del pleno.
El consenso del tipo que sea, es indispensable pues los nuevos consejeros, por ley, deberán ser elegidos con los votos favorables de las dos terceras partes de los diputados presentes.
Las opciones de la Comisión de Gobernación anunciarán si hay voluntad de cambio para fortalecer al IFE o sufriremos la reposición de la misma escena cupular que pondrá en riesgo la credibibilidad de la sucesión presidencial.
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