martes, 7 de julio de 2009

Lecciones de las Elecciones

Locura: hacer lo mismo una y otra vez esperando resultados distintos. Albert Einstein


Las jornada electoral del 05 de julio concluyó y comienza el momento de las evaluaciones y los análisis. Comparto algunas reflexiones partir de mi humilde experiencia como Coordinador General de la Campaña del PRD en el distrito 03 de la Costa Grande de Guerrero.

Con el 100% de las actas computadas en el PREP, el candidato del PRD Armando Ríos Piter, obtuvo 44,804 votos (el 48.21%) contra 37,854 (40.73%) de candidato del PRI. El resto de los partidos consigue votaciones testimoniales (PAN, 3.21%; PT 0.9%; CONV 0.42%; VERDE 1.98%; PSD 0.23%; PANAL 1.86%). El voto nulo fue de 2.33% y la participación del 37.72%.
Armando Ríos Piter es el diputado más votado del Estado de Guerrero. Su rival, Cervando Ayala, fue, a pesar de haber perdido, el candidato del PRI más votado. Armando Ríos Piter consiguió para el PRD 9,727 votos más que la suma de los distritos 04 y 09 de Acapulco (35,077); 4.4 veces más que en Chilpancingo (10,161) y casi tantos como Chilapa y Ayutla juntos (47,848).

¿Cómo se consiguió una hazaña de tal envergadura en medio del repunte priista y la debacle perredista? Aquí algunas claves a manera de apunte.

El panorama político electoral en Costa Grande se antojaba sumamente adverso para el PRD después de las elecciones locales de octubre pasado, donde se perdieron importantes bastiones como Técpan, Petatlán y Zihuatanejo. En números absolutos, el PRD se encontraba 12,000 votos abajo del PRI. Ese era el panorama con que enfrentamos esta elección, información que se confirmó con las encuestas de opinión que realizaron Consulta Mitofsky y Parametría con el objeto de seleccionar al candidato del partido.

Unidad. Desde finales de 2008, diversos compañeros tuvieron la visionaria iniciativa de formar la Coordinadora Regional del PRD en la Costa Grande para aglutinar al partido que se caía a pedazos tras las estrepitosas derrotas del 05 octubre. Este primer esfuerzo por lograr la unidad surgió de abajo hacia arriba, es decir, de los comités municipales hacia las cúpulas y no al revés como suele hacerse. La coordinadora habría de convertirse posteriormente en el armazón alrededor del cual se organizó la campaña.

En el tercer distrito había dos precandidatos con amplias posibilidades de hacerse con la candidatura y con la diputación. El reto consistía en ganar la candidatura sin perder el partido. Uno de los principales acuerdos de la Coordinadora, ratificado por los dos precandidatos, fue que se apoyaría sin reservas al candidato que resultara ganador en la encuesta que para tal efecto se levantaría. Así ocurrió. Es muy importante señalar y hacer público el apoyo total, incondicional y decidido que tanto Carlos Reyes como Silvano Blanco, líderes del Polo Guerrerense de Izquierda en Costa Grande tuvieron hacia la candidatura una vez que la encuesta arrojó que el ganador era Armando Ríos Piter. A partir de la unidad de los precandidatos punteros fue más sencillo amalgamar al resto de los grupos alrededor del ganador.

Candidato. El miembro más reconocido o más popular del partido no siempre es el mejor candidato. Muy a menudo se nos olvida que las elecciones se ganan con los simpatizantes del partido más los electores de la sociedad civil que no se identifican con éste o que incluso están en contra de éste. Las elecciones se tratan de convencer a los que no piensan como nosotros partiendo de la idea de que no tenemos que convencer a los amigos sino a los adversarios. Por eso es importante postular caras nuevas (no necesariamente jóvenes), miembros de la sociedad, personas con trayectorias limpias, gente con la que se pueda vender la idea del cambio. Si nos seguimos aferrando a la falsa idea de postular a los militantes que llevan más tiempo en el partido como si este simple hecho fuera un mérito, vamos a seguir equivocándonos y la sociedad nos va a seguir volteando la espalda. En el PRD urge el cambio generacional. Son muchos años de seguir plantando la misma cara a los electores. Los luchadores que hace 20 años eran jóvenes se tienen que hacer a la idea de que ya no lo son.

Armando Ríos fue un excelente candidato. Trabajador y disciplinado. Un candidato que supo escuchar y sumar. Un candidato que no llegó a enseñar sino que llegó a aprender. Armando recorrió casa por casa prácticamente todas las zonas urbanas del distrito. Ahí conoció y se empapó de la problemática de cada uno de los lugares lo que le permitió enriquecer su discurso y su propuesta a partir de las fuentes primarias de la información. El Jaguar de la Costa caminó, derramó cientos de litros de sudor, saludó, besó y abrazó a miles de personas. Bailó con ellas, se meneó con ellas, lloró con ellas y principalmente las escuchó. Armando hizo público su número y mantuvo abierto su celular durante toda la campaña. Personalmente atendió a miles de personas. Durante los 60 días que duró la campaña trabajó incesantemente, comiendo poco, durmiendo casi nada y confiando plenamente en que su equipo de campaña estaba haciendo su trabajo. No cometió el error de enfrascarse en maratónicas reuniones de evaluación que sirven de poco o nada. El candidato tiene que confiar plenamente en su Coordinador y en su equipo de lo contrario no hay campaña.

Estrategia. Parece obvio pero hay que repetirlo: si no se tiene claro el objetivo, es decir, el dónde queremos llegar y cómo vamos a llegar ahí, es complicado iniciar un viaje. Los candidatos deben de ser disciplinados con el mensaje, con la comunicación política. Deben de respetar las agendas. Los recorridos deben de hacerse en función de la rentabilidad electoral y no en función de los caprichos de los liderazgos locales. El desarrollo de la campaña y los estudios de opinión van señalando la Hoja de Ruta que debe de seguir el candidato. Las campañas son muy breves y los distritos muy grandes así que es necesario optimizar al máximo los tiempos de desplazamiento del candidato. Es un asunto simple de costo beneficio aunque se espanten los ayatolas de la política. El tercer distrito electoral de Guerrero y sus más de 13,000 kilómetros cuadrados, es más grande que países como Puerto Rico, Jamaica, Kosovo, Palestina y Qatar. Por esto es un error gigante diseñar una agenda basándose en el territorio. Hay que basarse en la población de lo contrario se gastará la mayor parte del tiempo a bordo de los vehículos y no en contacto directo con la gente.

La publicidad debe de ser buena, bonita, limpia, clara y directa. Esa obsesión que tenemos los perredistas de pintar todo de amarillo es cuestionable. En lugar de atraer asusta a los electores cambiantes. No hay que escatimar recursos en diseños, fotografías y productos bien hechos. Bueno, no necesariamente es sinónimo de caro. Los utilitarios no sirven para nada. La gente “se pelea las playeras” porque son una prenda de vestir no porque les guste el partido o el candidato. Otro de los mitos son los actos masivos. En el PRD somos expertos en llenar las plazas pero las elecciones se ganan llenando las urnas. Durante esta campaña no se gastó un solo centavo en movilizar personas para tener apertura o cierre masivos. Los pocos recursos hay que invertirlos eficazmente. La relación con los medios de comunicación es fundamental, pero hay que evitar caer en la tentación de convenios leoninos, “apoyos” a los periodistas y eventos del “día de la libertad de expresión”.

El PRD es el movimiento popular hecho partido. El PRD vive, sólo hace falta saber despertarlo. Al PRD no lo puede derrotar sino el propio partido, el divisionismo, la balcanización y el sectarismo, la onda grupera. De nada nos servirá entrar a una larga Noche de los cuchillos largos, las quemas de brujas y las guerras fraticidas. Sugiero que nos sentemos a discutir con madurez y reafirmemos nuestra Alianza Para Rescatar a Guerrero. Por lo pronto desde la Costa Grande, nuevo símbolo de la resistencia perredista, las ciudadanas y ciudadanos demostraron que cuando el PRD acude Unido con Candidato y con Estrategia, nada ni nadie lo puede detener.

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