lunes, 16 de mayo de 2011

Encinas

El próximo domingo 3 de julio los mexiquenses (horrible gentilicio de los habitantes del Estado de México) habrán de elegir al que será su gobernador para el periodo 2011-2017. El mal llamado laboratorio de las elecciones nacionales se pondrá nuevamente a prueba. El PRI del gobernador Peña Nieto, que pareciera ser una impresionante aplanadora, se enfrentará por un lado a la alianza de izquierdas encabezada por Alejandro Encinas Rodríguez y por el otro a la opción derechista de Luis Felipe Bravo Mena.
Alejandro Encinas es un hombre de izquierda pura. A diferencia de varios compañeros perredista cuyo origen es el priismo progresista, Encinas es producto del Partido Comunista Mexicano. Alejandro Encinas nació en la Ciudad de México el 13 de mayo de 1954. Es economista egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Inició su militancia política en los años 70 cuando la opción socialista y comunista no tenía acceso a la competencia electoral. El Partido Comunista aun estaba proscrito y era perseguido.
Encinas ha sido diputado federal en tres ocasiones. La primera de ellas en el periodo 1985-1988, ocupó una diputación tras la muerte del líder ferrocarrilero Demetrio Vallejo. En el periodo 1991-1994 volvió a ser diputado y fue candidato a Gobernador del Estado de México por el PRD. En el 2009 fue electo nuevamente diputado federal y seleccionado por sus compañeros como Coordinador de la Fracción Parlamentaria del PRD.
Cuando en 1997 Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano ganó la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal, nombró a Alejandro Encinas como Secretario de Medio Ambiente y Ecología. Posteriormente en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador fue Secretario de Desarrollo Económico, Subsecretario y luego Secretario de Gobierno. Cuando Andrés Manuel fue injustamente desaforado, Encinas fungió como encargado del Gobierno del Distrito Federal a lo largo de los 19 días que duró el fallido proceso. Más tarde cuando López Obrador pidió licencia definitiva para ser candidato a la Presidencia, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal lo designó como Jefe de Gobierno sustituto, donde le tocó administrar el tema de las protestas de descontento provocadas por el presunto fraude en las elecciones del 2006.
Ahí Encinas tuvo que hacer gala de todas sus dotes de hombre de Estado para poder sacar adelante el conflicto político más grave de los últimos veinte años.
Encinas es un hombre inteligente, generoso y amable. Es un hombre humilde y trabajador. Es un legislador consagrado y un administrador publico probado.
Los mexiquenses tienen la magnifica oportunidad de hacer valer su voto y terminar con mas de ochenta años de cacicazgo priista en el Estado de México.
La maquinaria priista del Estado de México es un aquelarre de alquimistas, mapaches, operadores e ingenieros electorales. La ultima maniobra fue acortar el tiempo de duración de las campañas electorales. En el estado mas poblado del país, la legislación ordena que la campaña electoral tenga una duración de tan sólo cuarenta y cinco días. La estrategia es que el que tenga más pinole para repartir en medios sea capaz de chiflar más duro.
Sin embargo, los perredistas con Encinas al frente, tienen la confianza de lograr la hazaña de cambiar a ras de tierra la percepción de la aplanadora peñista. Los electores panistas por otro lado, deben de decidir si dejan perder su voto o si contribuyen a la transición democrática en el Estado más poblado del país. Por lo pronto en las próximas seis semanas, todos los mexicanos –y no sólo los mexiquenses– seremos testigos de lo que los guerrerenses acabamos de experimentar: el dispendio insultante y el avasallamiento publicitario. Esperemos que al igual que en Guerrero, la gente haga que Encinas abra la puerta para el resto de la izquierda de cara al 2012.
Alejando hizo el milagro de reunir en Ecatepec a los líderes principales del PRD, a las grandes figuras. La foto de Cuauhtémoc con Andrés Manuel, Marcelo, con los coordinadores parlamentarios nacionales con todas las expresiones del PRD del Estado de México dará la vuelta al país y al mundo y es una magnífica señal de las posibilidades de unidad que hay que cultivar como delicadas orquídeas y extender a las bases de la izquierda una nueva actitud. Este hecho en si mismo constituye una victoria personal de Alejandro y de las posibilidades de las izquierdas en el 2012.
PD: Winston Churchill fue un político conservador, belicista, misógino y –cuenta la leyenda– dipsómano irremediable. También fue un gran estadista, firme, valiente y terco. Compararse con él no siempre resulta benéfico. Uno no puede pretender comparase con un homologo únicamente en las cosas buenas.

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