En la oscuridad, reunidos en una sala de juntas en la Ciudad de México, los jerarcas priistas, los representantes del cacicazgo más oprobioso del país, los herederos de Aguas Blancas y El Charco, los responsables de más de 70 años de atraso, decidieron que los guerrerenses son menores de edad y con el único método que conocen, con el dedazo, ungieron al alcalde de Acapulco como su candidato de “unidad”.
Los priistas, los mismos de siempre, llenos de soberbia y petulancia, confiados en que el señor del copete los llevará de regreso a Los Pinos, volvieron a cometer el error de dar la espalda a su militancia e imponer al candidato que conciliaba los intereses de la familia.
En la esquina contraria, el Partido de la Revolución Democrática, Convergencia y el Partido del Trabajo, anunciaron el domingo el proyecto de Coalición que resultará en un candidato único.
Paralelamente, en el Sol Azteca inició el proceso interno para elegir al abanderado de éste instituto, que encabezará la coalición progresista. El domingo se registró en primer lugar Armando Ríos Piter y un poco más tarde, David Jiménez Rumbo, ambos legisladores con licencia. El lunes hicieron lo propio Cuahutémoc Sandoval Ramírez y Lázaro Mazón Alonso y se espera que hagan lo propio Alberto López Rosas y Ramón Almonte Borja.
En este espacio lo habíamos venido advirtiendo: la llamada “unidad” priista es de foto (aunque ahora ni a foto llegaron), mientras que la supuesta “división” perredista es de forma aunque en el fondo el partido acabará saliendo cohesionado y fortalecido y más aún, unido a los otros partidos políticos con los que integra el DIA.
En el PRI sacan del baúl de los recuerdos el único vestuario que conocen para la única puesta en escena que han representado: la simulación y la supuesta “unidad”. La ausencia del senador Aguirre y las declaraciones de sus allegados confirman que nunca le llegaron al precio y por lo tanto el Senador Aguirre ha montado en cólera y más temprano que tarde abandonará el barco tricolor.
En el PRD el proceso interno continuará a pesar de que esta semana el Tribunal Federal Electoral le ordenó al partido corregir su convocatoria para subsanar un error procedimental. El metodo aprobado por el Consejo Estatal del 11 de julio pasado se mantiene, habrá por lo tanto encuestas espejo, presentación del Plan de Gobierno y Colegio Electoral. Los resultados que de éstos mecanismos se obtengan, habrán de ser ratificados y sancionados por un Consejo Estatal Electivo que el día 5 de septiembre elegirá a su candidato a gobernador.
Por lo pronto a partir de la publicación del Acuerdo de Inscripción de candidatos (seguramente el día 12 o 13 del presente), los aspirantes podrán comenzar a hacer proselitismo sujetos a la Ley Electoral del Estado de Guerrero hasta el día Primero de septiembre.
La población puede comenzar a contrastar los dos proyectos en juego: por un lado, un PRI donde en una mesa cerrada se sientan los caciques a repartirse el botín en lo oscurito y por el otro, un Partido y una Coalición que en público dirimen sus diferencias, aunque el apasionamiento propio de estos procesos, de pronto pueda confundirse con divisionismo. De un lado los caciques ungen al más pequeño de sus cachorros mientras que del otro se debaten las ideas y los proyectos.
El PRD y sus aliados del DIA saldrán unidos y fortalecidos que a nadie le quepa la menor duda. Los que le apuestan a la división bajo la premisa del “divide y vencerás” se quedarán una vez más con las ganas. En el PRI, el proceso de división es un hecho los seguidores del Senador Aguirre dicen en público y con más fuerza en privado que no avalarán la imposición dictada desde el Distrito Federal.
El pueblo de Guerrero deberá decidir si quiere que regresen los mismos de siempre o sí apuesta por la consolidación del cambio. La apuesta es muy simple: Nuevo PRD contra Viejo PRI.
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