lunes, 5 de julio de 2010

Súper Domingo

Los resultados electorales del pasado “súper domingo” invitan a diversas lecturas y reflexiones. En esta jornada electoral, estuvieron en juego las gubernaturas, congresos locales y alcaldías de doce entidades federativas (Aguascalientes, Chihuahua, Durango, Sinaloa, Tamaulipas, Hidalgo, Tlaxcala, Puebla, Oaxaca, Veracruz, Quintana Roo y Zacatecas) así como los congreso y alcaldías en dos más (Baja California y Chiapas).
Durante las semanas previas se creó la percepción de que el PRI arrasaría y se llevaría el “carro completo”. Se vendió a través de los medios electrónicos la idea de que el advenimiento de Enrique Peña Nieto y su aviar pareja la gaviota era el destino manifiesto de los mexicanos. Nos intentaron inocular la idea de que el PRI tenía medio cuerpo metido en Los Pinos. Pues bien, los resultados electorales ponen una vez más a cada quien en su lugar: efectivamente el PRI se ha reafirmado como la principal fuerza político electoral. Sin embargo, la oposición no está muerta y el PRI no es un tren infalible.
Con los datos de los PREP y a reservas de lo que ocurra el PRI refrendó victorias en seis estados que ya gobernaba: Chihuahua, Durango, Tamaulipas, Hidalgo, Veracruz y Quintana Roo; recuperó tres: Aguascalientes, Tlaxcala y Zacatecas y perdió tres: Oaxaca, Sinaloa y Puebla.
En Chihuahua a pesar de la situación de violencia en Juárez y otras ciudades, el PRI ganó con una amplia mayoría. Lo mismo ocurrió en el caso de Tamaulipas donde el asesinato del doctor Rodolfo Torre Cantú de alguna manera –dicho con todo respeto¬– reforzó la ventaja del tricolor que ya era importante antes del terrible homicidio. El caso de Quintana Roo es particular porque el delfín del gobernador González Canto (Borge) compitió sólo ante la detención del Candidato de la Coalición, Greg Sánchez. El PRD retiene Cancún, la joya de la corona. En Durango, Hidalgo y Veracruz, los márgenes de la victoria priista son mucho menores de los anunciados por las encuestas. Durango y Veracruz seguramente terminarán en los tribunales. En Hidalgo, Xochitl Gálvez dio una muy digna batalla en uno de los Estados mas arraigadamente priistas. Llama la atención la victoria de Xochitl en Tula y Tulancingo.
En los estados que recuperó el PRI los resultados electorales responden a fenómenos internos: en Zacatecas fue imposible construir la unidad. Prueba de ello es que el candidato victorioso del PRI Miguel Alonso Raya fue secretario particular de Ricardo Monreal y secretario de turismo y diputado local en el gobierno de Amalia. En Tlaxcala siempre han ganado los candidatos de Beatriz Paredes aún con colores distintos a los del PRI y en Aguascalientes la lucha intestina del Gobernador Reynoso contra su propio partido fortaleció al PRI.
Ahora bien, los estados que pierde el PRI son muy importantes y deben de estarle doliendo en el alma. Ni siquiera las nueve victorias pueden ocultar la realidad. Y eso lo saben bien los priistas y se refleja en sus rostros demacrados y lúgubres. Saben que estos dos años serán cuesta arriba y la primera cita que perderán será Guerrero el 30 de enero del 2011.
Sinaloa es la joya del Pacífico. Cuna de Manuel Clouthier y de muchos panistas históricos. Hace seis años Heriberto Félix se quedó al filo de la victoria. Ahora la alianza articulada alrededor de Mario López Valdez “Malova¨ pudo aglutinar a perredistas, panistas y priistas resentidos. Sinaloa es el motor agrícola del país y maneja presupuestos millonarios. La derrota de Sinaloa supone una perdida mayúscula para el PRI.
En Puebla la ventaja de la Alianza es de más de diez puntos. En la tierra del gober precioso, la tierra donde Kamel Nacif repartía los roles de héroe, dónde Marín daba rienda suelta a su debilidad por las jovencitas ganó la oposición. Puebla es el corazón de la economía y la puerta del sureste. Los indicadores de desarrollo de la entidad la sitúan como un estado del norte enclavado en el Sur. Maneja grandes presupuestos y gran población. Otra gran perdida cualitativa y cuantitativa para el PRI.
Por último hablaremos de Oaxaca. El triunfo de Gabino Cué es verdaderamente histórico y puede significar el relanzamiento de la izquierda como opción viable de gobierno y portadora de un proyecto alternativo para la nación. Con la conquista de Oaxaca se consuma un corredor de izquierda que va desde Chiapas hasta Michoacán. Si lo sumamos a Puebla significa el control político del Sur.
En Oaxaca se derrotó a Ulises Ruiz Ortiz quien además de ser el gobernador en funciones –con un estilo ya ampliamente documentado e incluso inquirido por los jueces y la propia Suprema Corte–, es un “operador electoral” (eufemismo para denominar a los mapaches) con amplia experiencia en transformar la realidad electoral a punta de dinero, palos, balas o lo que sea necesario. Hoy el mapache mayor está derrotado en la elección más importante de su vida: la que cubriría sus espaldas. Gabino Cué necesita tiempo y espacio para comenzar a dar resultados. No hay que exigirle que queme en leña verde a los que ya fueron quemados en la hoguera electoral.
La lucha electoral en México está viva. Nadie tiene garantizado la victoria ni el camino a Los Pinos será uno de rosas. Cada entidad es única y cada elección es única. Las coaliciones eficaces se construyen a partir de buenos acuerdos y buenos candidatos. Enhorabuena para el país.

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