lunes, 19 de julio de 2010

Encuestas y distorsiones

Inmediatamente después del éxito que supuso el consejo estatal del PRD Guerrero celebrado el pasado domingo 11, comenzó la ofensiva de aquellos a los que no les conviene la unidad del PRD.
De manera sospechosa, Roy Campos, titular de la casa encuestadora Consulta-Mitofsky apareció en Televisa Acapulco para presentar los resultados de un “estudio de opinión” realizado en Guerrero. La aparición de la encuesta provocó diversas reacciones tanto en el PRI como en el PRD. Aquellos que se sintieron beneficiados la alabaron mientras que los aspirantes que se sintieron de alguna manera afectados se apresuraron a descalificar el estudio acusando incluso a ciertos aspirantes de haberla “filtrado”.
En nada contribuye al proceso de unidad la aparición de encuestas fuera de tiempo y forma. Sin embargo, nadie puede negar a un particular el derecho d hacer estudios de opinión y difundirlos como mejor le parezca. La única limitante en el caso de Guerrero es la ley que especifica con claridad los tiempos y las formas en las que dichos estudios de opinión se pueden dar a conocer.
Pero para evitar acusaciones fraticidas y señalamientos dolosos, lo mejor sería que los partidos políticos exigieran que el Instituto Estatal Electoral de Guerrero pida a la empresa en cuestión y a Televisa, la información sobre quién mandó a hacer la encuesta y quién pidió que se difundiera habida cuenta de que se podría estar cayendo en una falta a la legalidad.
La unidad del PRD hay que trabajarla día con día, en los hechos y no sólo en los dichos. Es tan grave que aparezcan encuestas e información apócrifa como que se acuse sin elementos de prueba a determinado aspirante.
Los que se agazapan en la oscuridad, están esperando cualquier pretexto para desconocer acuerdos y mandatos de las instancias superiores del partido e intentar romper el proceso de unidad. Es responsabilidad de todos los actores evitar caer en el juego de los que saben que si el PRD va unido difícilmente podrá ser superado.
Es tan evidente la mano que mece la cuna de la discordia que sólo aquellos que sean cómplices pueden dejar de verla. Todos sabemos cuál de los aspirantes tiene acuerdos comerciales ominosos en casi todos los medios del Estado. Es evidente quién es el aspirante que aparece hasta en la sopa. ¿Qué aspirante –que por cierto sale todos los días en el medio–, tiene la capacidad de hacer que Roy Campos de una entrevista en vivo en Televisa? Aquel que responda estas sencillas preguntas podrá descubrir con facilidad quién está detrás de este intento desestabilizador hacia el PRD. Los perredistas debemos de ser inteligentes y evitar caer en provocaciones que sólo buscan amarrar navajas de cara al proceso interno.
En lo personal no tengo dudas sobre la probidad y la capacidad de Consulta-Mitofsky lo que si es poco normal es la difusión de un estudio de esa naturaleza en un momento en que sólo enrarece el proceso interno de PRD.
Es por ello que el PRD necesita afinar con precisión el nombre de las compañías que harán las encuestas espejo. Los aspirantes deben de participar en el proceso de diseño del cuestionario, levantamiento de la muestra y auditoría de la misma para que exista claridad y las suspicacias (por otro lado normales en estos procesos) se reduzcan al mínimo.
El PRD debe de estar preparado porque este es el primero de muchos intentos que habrá en el camino con la idea de desestabilizarnos y separarnos. La mano que mece la cuna es experta –y todos lo sabemos– en el arte de la intriga, la descalificación y la suciedad. Muchas son las experiencias que los guerrerenses han conocido en esta materia.
Por eso es muy importante que la dirección nacional y la estatal tomen el proceso en sus manos. Entre los equipos debe de haber canales confiables, claros y expeditos de comunicación para evitar teléfonos descompuestos.
Los perredistas tenemos el proceso en nuestras manos y si no cometemos errores graves, nada ni nadie podrá arrebatarnos la victoria. Solamente la división propiciada, adelantada y financiada desde el exterior podría lastimarnos. Evitemos a toda costa que el adversario se involucre en el proceso interno. Construyamos el dialogo para evitar que las interferencias en la comunicación se conviertan en distorsiones que deriven en malos entendidos y conflictos. La pelota está en nuestra cancha.

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