lunes, 22 de marzo de 2010

Política

“Déjenme decirles, a riesgo de parecer ridículo, que el revolucionario verdadero está guiado por grandes sentimientos de amor. Es imposible pensar en un revolucionario auténtico sin esta cualidad.” Ernesto “Ché” Guevara

La lucha política, decía el Ché Guevara, tiene que hacerse con pasión, con amor y con alegría. Los que construyen golpeando, intrigando y acusando nunca consiguen nada y si llegaran a conseguirlo difícilmente lo disfrutarán porque los resentimientos los perseguirán de por vida.
La política es el arte de aglutinar a los distintos y no sólo a los iguales. A los que piensan distinto hay que convencerlos no denostarlos. Hay que atraerlos no alejarlos. Hay que hacerles el amor y no la guerra.
La política es el arte de lograr que muchos compartan y construyan un mismo sueño y un mismo objetivo y que luchen para alcanzarlo. La política no es intentar que muchos cumplan el sueño de uno. La política es una actividad esencialmente colectiva. Hacer política para uno, para lograr MI diputación o MI senaduría o MI regiduría o MI chamba, no es hacer política es hacer grilla palaciega.
La política es persuasión y no disuasión. Es incluir y no excluir. Es dialogar no dictar. La política es constancia, conciencia y circunstancia. Es tiempo y es paciencia. Es ponerse del lado de los más desprotegidos. Es aportar el tiempo, los recursos y de ser necesario la libertad y la vida misma por una causa.
Guerrero necesita más y mejor política. Más y mejores políticos. Lo que nos sobran son politicastros: políticos inhábiles, rastreros, mal intencionados, que actúan con fines y medios turbios. Desafortunadamente la gente ha llegado a asociar a los unos con los otros como si fuesen la misma cosa.
En política no existen los imposibles y los muertos tampoco. En política no cabe la soberbia, el orgullo, el rencor ni el resentimiento. En política hay que dar resultados no excusas. En política el adversario de ayer es el aliado de hoy. Y el adversario de hoy muy probablemente será el aliado de mañana. En política jamás hay que quemar los puentes.
En política nada es personal y ámbito publico debe de estar siempre al margen del privado y más aún del íntimo. Ningún ataque debe de ser tomado como personal y hay que privilegiar a los sesos por encima de las tripas. Político que sufra su actividad debe de pensar dedicarse a otra cosa.
Hacer política es comunicar con eficiencia y calidad. Los políticos autistas y ausentes de los medios fallan en una parte fundamental de su trabajo. De nada sirve hacer mucho si no se entera nadie. Hacer política es conocer las noticias y hacer las noticias no únicamente analizarlas una vez ocurridas. Hacer política es marcar la agenda y tratar de definir por donde vendrán los acontecimientos de los días por venir. Político que actúa a la defensiva es un político malo.
En política la velocidad y los reflejos son indispensables. El adelantarse a los acontecimientos es fundamental. Político que no reaccione con rapidez y precisión ante los embates enemigos es un político fallido. La velocidad no debe ser confundida con la inmediatez. Muchas veces contestar precipitadamente y sin analizar genera mas problemas de los que resuelve.
La política es una actividad de 24 horas al día y de 356 días al año. Quien no lo entienda así que se dedique a otra cosa. La política es una novia sumamente celosa y demandante. En política no hay años sabáticos ni distracciones de otro tipo. Un político de verdad desayuna, come y cena política.
La política no es una afición ni una profesión es más bien una vocación. Lo que natura no da, cámara de diputados no presta. Un político improvisado y advenedizo puede, gracias a la circunstancia, llegar a gobernador o a presidente de la República, pero su paso por ésta actividad será efímero y seguramente desastroso.
La política es una actividad noble y muy poco entendida. Guerrero necesita políticos serios, jóvenes, audaces y comprometidos, preparados académicamente y con experiencia laboral. Con capacidad de trabajo y con sueños. Sin lastres, sin taras y sin amarres a los grupos caciquiles. Sin un pasado vergonzoso y sin cuentas por entregar. Guerrero necesita políticos que piensen en el 2040 y no en el siglo pasado. Guerrero necesita que lo viejo acabe de sucumbir y que lo nuevo termine de nacer.

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