lunes, 22 de febrero de 2010

Nuevo PRD Vs. Viejo PRI

Escondidos en sus cavernas de Huitzuco, de Insurgentes Norte y de Toluca, se relamían los bigotes. Daban por sentado que el retorno del PRI al poder era un hecho. Una suerte de destino manifiesto. Pensaban que habían diseñado el sistema perfecto: permitir la transición política, bloquear la verdadera transformación del país y regresar al cabo de uno o dos sexenios con la cara lavada denunciando los excesos de un sistema que ellos mismos inventaron.

Sin embargo en Guerrero se comienza a gestar un Nuevo PRD que sin duda alguna derrotará en las urnas al viejo PRI. Por eso están preocupados. Por eso convocan a reuniones extraordinarias a altas horas de la madrugada. Por eso comienzan a utilizar a las plumas amigas para ver si detienen al fenómeno que se está gestando antes de que sea demasiado tarde para sus aviesos planes. Sin embargo todos sus esfuerzos serán en vano porque a la gente movilizada no la puede detener ni un puñado de corifeos a sueldo ni los untos que desde el parque Papagayo se reparten a Tiros y a Troyanos.

En otras entidades y ciudades de la República Mexicana por lo menos tuvieron la decencia de enmascararse tras los rostros de personajes jóvenes y atractivos (Enrique Peña Nieto en el Estado de México, Rodrigo Medina en Nuevo León, Aristóteles Sandoval en Guadalajara) a través de los cuales pudieron engañar al electorado mostrándose como el Nuevo PRI. Pero de nuevo nada. Son los mismos vestidos de verde. Son los mismos que han estado en el poder toda la vida. Son los mismos que saquearon el país hasta más no poder y que ahora pretenden regresar por más.

En Guerrero, el fenómeno es aun mas patético porque aquí ni siquiera se han tomado la molestia de mimetizarse. Son los mismos, literalmente hablando. Son ellos los que tienen –de acuerdo a la SCJN¬– la responsabilidad por los hechos de Aguas Blancas; son ellos los que saquearon los ayuntamientos municipales, particularmente el de Acapulco. Son ellos los que quebraron a la CAPAMA cuando la dirigieron; ellos los que tuvieron manejos pocos claros con la ayuda para los damnificados del huracán Pauline. Son ellos los que asociados y en connivencia con los poderes fácticos pretenden regresar por lo que ellos consideran es su patrimonio personal.

El Nuevo PRD cree en la libertad de expresión, no solo la “respeta” sino que cree en ella; el Viajo PRI cree en el cochupo y en la compra de simpatías, convenios y pautas comerciales. El Nuevo PRD cree y alienta el debate de ideas, no lo rehuye; el Viejo PRI golpetea desde la oscuridad, tira la piedra y esconde la mano, habla de civilidad política y de altura de miras mientras opera desde el lado obscuro con sus inconfesables aliados. El Nuevo PRD conoce y domina las nuevas tecnologías y los nuevos códigos de la política; el Viejo PRI piensa que echándose una “sentada” con los lideres, ganará el apoyo de las bases. El Nuevo PRD sabe que la fuerza de un político reside en su cercanía con la gente; el Viejo PRI sólo busca a la gente en tiempos electorales y después levanta una barrera de burocratismo y de guaruras para que no los vuelvan a molestar. El Nuevo PRD busca resolver los problemas; el Viejo PRI pretende seguir administrándolos. El Nuevo PRD sube a los camiones escucha a la gente camina con ella, suda con ella sufre con ella; el Viejo PRI despacha desde los comederos con aire acondicionado y suda las verdes camisas de lino sólo en tiempo de campaña o cuando hay cámaras de televisión cerca.

Por eso están preocupados, por eso han afilado las fauces. Por eso han enfilado sus baterías, porque saben que en una batalla abierta, no tienen nada que hacer ante el Nuevo PRD que será capaz de levantar el entusiasmo de las mujeres, los jóvenes y la sociedad civil. Porque ya vivieron y ya sufrieron en carne propia lo que significa enfrentar a un pueblo motivado y convencido. Porque saben que los ríos de dinero con los que ellos hacen política no son nada ante el mar de brazos de las mujeres y los hombres de Guerrero.

Que no quepa duda. El Nuevo PRD derrotará al Viejo PRI y podrá articular una gran coalición de Centro Izquierda a su alrededor. El Nuevo PRD detendrá en Guerrero el avance del PRI y regresará a los mismos de siempre al retiro del que nunca debieron de haber salido. Ellos ya lo saben, ya lo entendieron y trabajan contra ello. Únicamente falta que de éste lado acabemos de convencernos todos. En el Nuevo PRD todas y todos tienen un lugar en la construcción de un Nuevo Guerrero.

1 comentario:

El Transgresor dijo...

Que tiemblen, que tiemblen, ¿a poco no te encanta esa estática del aire, en donde se respira el nerviosismo? esa dulce antesala en la que el adversario se deslumbra y desespera, ese breve y larguísimo espacio temporal en el que la competencia se consume no sabiendo a donde ir ni que hacer y donde repente surge como una chispa entre dos dedos, zaz el ataque zaz la ofensa, pero al final no pasa nada, el ambiente sigue intacto, el que nos ataca más se desespera y mientras nosotros esperamos estando por su causa en la palestra, así logramos ahorrar un poco nuestra fuerza.
Saludos